Leer es uno de los mejores hábitos que el ser humano puede tener. Este hábito por fortuna, es puesto en practica por cientos de personas diariamente. Siendo una práctica tan arraigada, los amantes de la lectura se han convertido en un público objetivo para la diferentes tecnologías, las cuales han desarrollado varias alternativas para facilitar el acceso al contenido de una obra literaria. Entre estas alternativas podemos encontrar a los audiolibros.
Los audiolibros se han posicionado entre los lectores como una opción muy práctica y efectiva, que en algunos casos desplaza por completo a los libros tradicionales o físicos.
Libros físicos o tradicionales
Los libros tradicionales son una forma de arte palpable por lo que son catalogados como objetos de gran valor y son muy apreciados por los amantes de la lectura. El contar con libros físicos es un gran placer y satisfacción para muchas personas, las cuales cuentan con una gran colección de obras literarias tangibles. Estas obras son aún más preciadas cuando se trata de una primera edición, una obra catalogada como clásica, o cuando están autografiadas por el autor.
De forma adicional, los libros brindan sensaciones únicas que no pueden ser igualadas por un audiolibro. Algunas de estas sensaciones son el olor a libro nuevo, la melodía del pasar de las páginas, el tacto de páginas y portada, y la textura de sus palabras impresas. Por supuesto, la imagen en conjunto del libro, también es una sensación agradable a la vista del lector.
Así mismo, también es satisfactorio para los lectores habituales o asiduos, el poder disfrutar de la vista que les brinda su colección de libros, y el transmitir con dicha imagen, una personalidad culta e intelectual.
Audiolibros
La movilización apresurada y los constantes compromisos diarios, no le permiten a muchos lectores disfrutar de un libro, tal y como ellos quisieran. Es muy probable que se les dificulte cargar con un libro de un lado a otro, por lo que muchos han optado por sustituirlo por un dispositivo portátil y un par de audífonos.
Por otro lado, un audiolibro facilita sobre manera la lectura para personas con alguna deficiencia, como dislexia, vista disminuida, o ceguera. Para estos lectores, un audiolibro representa la opción ideal para disfrutar de una obra literaria.
Adicionalmente, un audiolibro se puede conservar durante mayor tiempo si se resguardan copias de seguridad o respaldo.
También puedes disfrutar de un audiolibro en diferentes situaciones, en las que sería imposible disfrutar de un libro. Como por ejemplo, puedes hacer uso de un audiolibro mientras trotas o corres, haces ejercicio, limpias tu hogar, paseas a tu mascota y muchas otras actividades.
Conclusión
Sin importar si se hace uso de un audiolibro o de un libro físico, lo importante es mantener el hábito de la lectura, y disfrutar de todo el contenido literario condensado en una versión u otra.
Lo que de verdad se debe aprovechar, son todas las ventajas y beneficios de una buena lectura tales como nuevos conocimientos, nuevo vocabulario, incremento de la imaginación y creatividad, así como de entretenimiento sin igual.
