Los Mejores 5 Libros Católicos para Cambiar tu Vida


Jorge Sáez Criado

Quién soy

Aunque nací en una familia católica, con el tiempo me fui distanciando de la Iglesia y acercándome al budismo y a la Nueva Era.

Sin embargo, Dios nunca me soltó de la mano. Y, al final, encontré lo que estaba buscando en la misma fe católica de la que me había apartado.

Siempre he devorado libros de filosofía, teología y espiritualidad. Conocí la espiritualidad ignaciana en un proceso de discernimiento que me llevó a mi matrimonio y, por extensión, a mi familia numerosa.

Y, por supuesto, todo eso mezclado con mi vocación a la escritura, me llevó a escribir libros que puedan ayudar al encuentro con Dios.


Yo escribí

La alegría de ser hijo de Dios

Jorge Sáez Criado

¿Por qué lo recomiendo?

Tras el fallecimiento de mi padre se sucedieron una serie de experiencias y reflexiones que me hicieron contemplar el misterio de la filiación divina de una manera diferente a como lo había hecho hasta el momento. Llegué a la conclusión de que nos cuesta vernos como lo que somos: niños pequeños ante Dios.

Por ese motivo decidí escribir un libro que ayudara a quien lo leyera, mediante sus meditaciones y desafíos, a seguir el camino de la filiación divina, a llegar a verse como hijo pequeño de Dios, hermano de Cristo, para ponerse con plena confianza en sus brazos y sentirse amado por su Padre celestial. Como un niño en brazos de su padre.

1) Ejercicios Espirituales

San Ignacio de Loyola

¿Por qué lo recomiendo?

Este libro transformó mi vida por completo. Sus enseñanzas sobre el discernimiento me han sido vitales en momentos clave de mi vida.

Sus formas de orar me han ayudado a acercarme más a Dios, hasta el punto de que se puede ver su influencia en mis libros. ¡Cuántas veces lo habré llevado a mis ratos de adoración eucarística!

Pero hay que tener en cuenta que el de los Ejercicios Espirituales no es un libro para leerlo, sino que implica una experiencia de vida. Un encuentro profundo con el Señor.


2) Simón Pedro

Georges Chevrot

¿Por qué lo recomiendo?

Este libro me lo recomendó mi director espiritual y es una maravilla. De hecho, me prestó un ejemplar y, en cuanto hube leído un poco, decidí comprarlo.

En él recorremos lo que los Santos Evangelios cuentan sobre el primer Papa, Simón Pedro, de forma que lo podemos llevar a nuestra propia vida.

Al ir avanzando nos veremos reflejados en la relación que Pedro y Jesús tenían, haciendo que nos planteemos cómo seguimos a Jesús. Un libro para saborear y meditar sus contenidos lentamente.


3) La última palabra es de Dios

Klemens Stock

¿Por qué lo recomiendo?

Conocí «La última palabra es de Dios» mientras me documentaba para mi novela «Apocalipsis». Pregunté a uno de mis profesores de la Facultad de Teología y resultó que él fue el traductor de este. Me lo recomendó y fue todo un acierto.

El Apocalipsis siempre ha tenido montones de interpretaciones, muchas de ellas malas. Klemens Stock nos guía por el último libro de la Biblia no para satisfacer curiosidades vanas, sino para ayudarnos a tener esperanza y vivir mejor el presente.


4) Camino

San Josemaría Escrivá de Balaguer

¿Por qué lo recomiendo?

Una pequeña joya de san Josemaría Escrivá de Balaguer, también recomendado por mi director espiritual, con nada menos que 999 puntos para mejorar tu vida espiritual, agrupados por temas, todos ellos importantes para el desarrollo espiritual cristiana.

Es otro de esos libros que no son para leer de un tirón, sino para degustarlos poco a poco, meditando cada punto y sacándoles todo el jugo posible, de manera que sus enseñanzas nos vayan calando y acercando más a una vida cristiana plena.


5) Clara Badano. "Chiara Luce" vista de tejas abajo

Franz Coriasco

¿Por qué lo recomiendo?

Clara Badano, “Chiara Luce”, era una joven normal, con sus sueños y proyectos. Tenía toda una vida por delante.

Hasta que apareció en su vida el osteosarcoma que, finalmente, acabó con ella. Sin embargo, ofreció todo su sufrimiento al Señor, iluminando a todo aquel que se acercaba a ella.

Vivió su cruz de forma admirable, abrazada a ella, queriendo lo que Dios quisiera para su vida. Todos sus proyectos quedaban supeditados a la providencia divina.

Fue proclamada beata el 25 de septiembre de 2010 y es, con sus dieciocho años, un ejemplo de cómo se puede ser católico, joven, alegre… incluso en el sufrimiento y el dolor.


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