13 Libros de Voltaire ¡Gratis! [PDF]

La Henriada es un poema épico de 1723. Según el propio Voltaire, el poema se refiere y fue escrito en honor a la vida de Enrique IV de Francia, y es una celebración de su vida.

El tema aparente es el asedio de París en 1589 por Enrique III en concierto con Enrique de Navarra, que pronto será Enrique IV, pero sus temas son los males gemelos del fanatismo religioso y la discordia civil. También se refiere al estado político de Francia.

Voltaire pretendía ser el Virgilio francés, superando al maestro al preservar la unidad de lugar aristotélica, una propiedad de la tragedia clásica en lugar de la épica, al mantener la acción humana confinada entre París e Ivry.

Cándido es una sátira francesa publicada por primera vez en 1759.

Comienza con un joven, Cándido, que vive una vida protegida en un paraíso edénico y está siendo adoctrinado con optimismo leibniziano por su mentor, el profesor Pangloss.

El trabajo describe el cese abrupto de este estilo de vida, seguido de la lenta y dolorosa desilusión de Cándido cuando es testigo y experimenta grandes dificultades en el mundo. Voltaire concluye Cándido con, si no rechaza abiertamente el optimismo leibniziano, abogando por un precepto profundamente práctico, «debemos cultivar nuestro jardín», en lugar del mantra leibniziano de Pangloss, «todo es lo mejor» en el «mejor de todos los mundos posibles».

Zadig o «Destiny» es un cuento filosófico de Voltaire, publicado por primera vez en 1747 bajo el nombre de Memnon. Extendido por unos pocos capítulos, fue publicado nuevamente en 1748 bajo su título actual.

Según Longchamp, secretario de Voltaire, fue durante las tardes sociales en Sceaux, con la duquesa de Maine, que la idea de escribir cuentos inspiró a Voltaire a hacer esta pequeña novela, también calificada como un cuento filosófico, que conoce varias ediciones de 1747. También se abstuvo de ser el autor, considerándolo como una simple «couillonnerie».

El Tratado sobre la tolerancia con ocasión de la muerte de Jean Calas por el Juicio emitido en Toulouse (Piezas Originales Concernant la Mort des Sieurs Calas det le Jugement rendu a Toulouse) es una obra publicada en 1763.

En esta obra Voltaire llama a la tolerancia entre las religiones, y se dirige al fanatismo religioso, especialmente el de los jesuitas (bajo los cuales Voltaire recibió su educación temprana), acusando a todas y cada una de las supersticiones que rodean a las religiones.

El Diccionario filosófico es un diccionario enciclopédico publicado en 1764. Los artículos ordenados alfabéticamente a menudo critican a la Iglesia Católica Romana, el judaísmo, el Islam y otras instituciones.

La primera edición, lanzada en junio de 1764, se llamaba Dictionnaire philosophique portatif. Tenía 344 páginas y constaba de 73 artículos. Las versiones posteriores se ampliaron en dos volúmenes que constan de 120 artículos.

Las primeras ediciones fueron publicadas anónimamente en Ginebra por Gabriel Grasset. Debido al contenido volátil del Dictionnaire, Voltaire eligió a Grasset sobre su editor habitual para garantizar su propio anonimato.

El diccionario fue un proyecto de toda la vida para Voltaire. Representa la culminación de sus puntos de vista sobre el cristianismo, Dios, la moral y otros temas.

Con Micromegas, Voltaire nos invita, siguiendo a su héroe extraterrestre, a atravesar las inmensidades del espacio, visitar con fantasía algunos planetas distantes para llevarnos rápidamente a nuestra buena y vieja Tierra.

Durante este viaje maravilloso y filosófico, Voltaire quería hacernos reflexionar sobre sus preocupaciones esenciales en ese momento. ¿Cómo podemos situar al hombre en relación con el cosmos y qué sabiduría podemos extraer de esta confrontación? En el apogeo del universo, el comportamiento humano obedece muy rápidamente a la división de la razón y la sinrazón.

El mundo tal como va es un cuento filosófico publicado en 1748, al estilo del orientalismo. Este cuento es un reflejo de la sociedad de Voltaire en su tiempo y hace posible ocultar bajo la ficción los reproches de Voltaire frente a la capital francesa al evocarlo gracias a Persépolis. Por lo tanto, utiliza el nuevo proceso del ojo, ya utilizado por Montesquieu en sus persanes Lettres.

Ituriel es un ángel que preside el imperio del mundo y le confía una misión a Scythe Babouc, el personaje principal. Babouc debe observar Persépolis (en realidad París) y sus habitantes acusados ​​de todos los males para decidir si Ituriel debe destruir o castigar a esta ciudad.

La princesa de Babilonia cuenta con dos amantes: Amazan el pastor y Formosante, princesa de Babilonia. A través de sus desventuras, y gracias al humor, Voltaire transmite sus ideas y críticas sobre la religión, la condición humana y las diferentes sociedades de su tiempo. Desde este punto de vista, este cuento encaja plenamente en la filosofía de la Ilustración.

El padre de Formosante quiere encontrar un marido digno. Toda la nobleza de la época desfilaba hasta el palacio: el faraón de Egipto y su buey Apis, el rey de la India, el gran khan de los escitas y un apuesto extraño. Se llama Amazan.

El siglo de Luis XV es una participación en la reflexión histórica sobre esta gloriosa era.

La ambición de Voltaire no es detenerse en los detalles de los eventos, sino dibujar características permanentes, dar una comprensión del espíritu de la lanción, definir las leyes generales, y finalmente Ofrecer una reflexión sobre el hombre.

La primera edición, que luego se incrementaría, aparece en 1751, y, durante muchos años, el escritor ha multiplicado las lecturas que desea completar con testimonios orales, cosas vistas y escuchadas que mejorarán la vivacidad de su texto.

Voltaire tenía 72 años en 1766 cuando apareció El filósofo ignorante, una invitación traviesa a un viaje por el mundo de la filosofía. Burlándose de Descartes, Spinoza y Leibniz, se opone al primero, alabando los análisis de Pierre Bayle y John Locke.

Voltaire crítico sobre todo del espíritu del sistema de los filósofos, que acechan a su Pangloss. A diferencia de ellos, el filósofo ignorante que es Voltaire no oculta sus contradicciones: sí, uno puede ser tanto deísta como profundamente escéptico; Sí, se puede argumentar que los principios de la moral, como todas las ideas, se adquieren a través de los sentidos, y sin embargo afirman que existe una moral universal y natural fundada en Dios.

Memnon un día concibió el diseño irracional de ser perfectamente sabio y prudente. Hay pocas personas que en algún momento han tenido pensamientos de este tipo. Memnon se dijo a sí mismo: “Para ser muy sabio y, en consecuencia, muy feliz, uno solo tiene que estar sin pasiones; y nada es más fácil que eso.

Nunca me enamoraré de una mujer, porque me diré a mí mismo, cada vez que vea una belleza perfecta: «Esas mejillas se arrugarán algún día, esos ojos finos se enrojecerán de rojo». el pecho hinchado será plano y flácido, esa hermosa cabeza se volverá calva.

Solo tengo que verla ahora con los mismos ojos con los que la veré entonces, y seguramente mi cabeza no se volverá al verla.

La Historia de un buen brahma de Voltaire es una defensa elocuente del humilde filósofo. Por un lado, el Brahma está molesto porque tanto tiempo reflexionando sobre las grandes preguntas no lo ha dejado en ninguna parte; pero, por otro lado, no cambiaría de lugar con su vecino feliz pero ignorante.

Existe el ejemplo de aquellos que viven su vida de la manera pragmática habitual, sin ser molestados por la rumia, y que son «felices» por apariencia externa. Obviamente, nadie necesita filosofía para tener éxito en la vida: enamorarse o tener éxito en los negocios o obtener placer de las actividades de ocio.

En Los dos consolados se desarrolla la conversación entre el filósofo Citofilo y su alumna quien se encuentra en depresión a causa de desgracias desconocidas para el lector. El sabio intenta consolarla haciendo referencia a varios casos de mujeres de la historia y otras de la mitología, quienes fueron principales actores de tragedias, sin lograr disminuir la pena.

Al siguiente día el filósofo pierde a su hijo único lo que lo lleva a casi morir de pena. Debido a esto su alumna aplica el mismo mecanismo que aplicó su maestro para consolarla, lo que no alivia la pena del maestro.

Después de un tiempo se reencuentran y ambos se encuentran felices. Han aprendido que el mejor remedio es el tiempo.