Los Mejores 5 Libros para Dejar de Hablar de Adolescentes y Empezar a Hablar con Ellos

1) Queremos que crezcan felices

Silvia Álava

¿Por qué lo recomiendo?

En la actualidad asistimos a una demanda de Felicidad que discurre por horizontes, muchas veces lejanos, diferentes e incluso superficiales que nada tienen que ver ni con lo cotidiano ni con el encuentro con uno mismo, con su entorno, su familia…

Me apasionan los profesionales de la Psicología y de la Educación que sacan lo mejor de los ingredientes que hay.

Todo lo que necesitan para ser felices está en su ámbito y la Psicóloga Silvia Álava tras más de veinte años trabajando en ello, sabe ayudar a poner orden con una absoluta claridad para que padres e hijos consigan abordar con acierto el día a día y todas las áreas importantes para su crecimiento, desde la más tierna infancia hasta la adolescencia.

2) ¿Qué ocultan nuestros hijos?

Javier Urra

¿Por qué lo recomiendo?

Me encantan los profesionales que no te dicen lo que quieres oir, sino lo que debes conocer. Como cada texto que publica Javier Urra, da en el clavo y en esta ocasión, penetra en los auténticos hábitos, preocupaciones y sentimientos de los adolescentes, esa parte tan difícilmente escrutable para sus progenitores, unas veces por ignorancia y otras por miedo.

Esos grandes secretos que en los adolescentes son el auténtico motor de sus emociones, la verdadera guía de sus comportamientos.

Esas preocupaciones, esos deseos inconfesables, esas realidades que son las que Javier utiliza para transmitir como nadie, píldoras claras para tratar a los adolescentes con acierto, con realidad por encima de todo y con respeto entre todos los miembros de la familia.

3) Paternidad Positiva

Roger C. Rinn y Allan Markle

¿Por qué lo recomiendo?

Más allá de las modas, que también van dirigiendo la mirada de la educación dentro de la familia y que condicionan la forma de comunicarse, de expresar sus emociones, de establecer normas, de fomentar la autonomía, etc.

En todos estos años de profesión he visto permanecer los principios y leyes del aprendizaje en relación al funcionamiento de todos los miembros, en particular, en el establecimiento, en el mantenimiento y en la finalización de conductas de todo tipo en hijos y progenitores, tanto las adaptativas como las inadecuadas.

Hasta el punto de que un texto escrito hace años esté tan presente en la actualidad y no solo entre familias sino entre profesionales que se encargan de favorecer las relaciones entre todos.

4) Con el cariño no basta

Nancy Samalin

¿Por qué lo recomiendo?

A estas alturas no va sorprender a nadie que recomiendo con fervor este libro, este regalo que solo puede hacernos alguien que hable desde la práctica, desde la fusión del conocimiento con las realidades vividas, en familias reales con problemas reales.

Así es Nancy Samalin a la hora de abordar las dificultades habituales que ocurren en casa, pero no en una idílica, sino en una sencilla y simplemente, casa normal, real: afecto, conflicto, normas… el equilibrio y lo que todos buscamos en el ámbito familiar se consigue conciliando los grandes ingredientes que hacen de su método una forma de educar con eficacia, cómo mantener una buena autoestima, unos afectos positivos, una gestión adecuada de los conflictos y un aprendizaje de reglas para la vida.

5) Mal de escuela

Daniel Pennac

¿Por qué lo recomiendo?

El lugar en el que nos pasamos la mayor parte del día durante años de nuestra vida es la escuela y por lo tanto, es allí donde aprendemos y ejercitamos nuestra inteligencia intelectual y social.

El fantástico Pennac, alumbra sobre aspectos clave relacionados con la autoestima del alumno, con las comparaciones, con las expectativas de los profesores, con los “fracasos escolares” y lo hace con la legitimidad de haberlo sufrido durante años peo también con la perspectiva del profesor.

Nos expone un sistema que penaliza muchas veces no conseguir unos resultados esperados y tapa y oculta los talentos que toda persona esconde cuando debería de ser lo contrario. La importancia de creer en sí mismos y disfrutar buscando y aprendiendo y no interiorizar que solo eres un simple zoquete.